Nuestro flamante nuevo ministro del Interior y Justicia, el señor Fabio Valencia Cossio, estrenó anoche su canoso copete Alf en un improvisado debate en el Senado. Entre otras cosas sorprendentes, el ministro afirmó que estaba allí para reafirmar el respeto y el respaldo que el gobierno nacional, el que preside Su Excelencia Iluminada, profesa por la Corte Suprema de Justicia y por la justicia en general. Esa afirmación no es extraña: al fin y al cabo Valencia Cossio lleva como mil años siendo barón electoral en Antioquia y en el país. Y para ser barón electoral, como para ser capo de la mafia, toca hacer ciertas cosas, entre ellas mentir.
Lo que de verdad sorprendió fue que el honesto ministro nos recordó que estuvo en contra de las Convivir, las cooperativas armadas precursoras de las AUC, enfrentándose a Su Excelencia cuando éste apenas era un mandamás regional y todavía se daba el gustico de beber y arreglar sus líos a trompadas. Esa emotiva confesión la remató afirmando que a pesar de todo él, Valencia Cossio, el ex presidente del Senado, el ex integrante de las mesas de diálogo de la época del Caguán, el hermano del director seccional de fiscalías de Medellín –investigado por tener nexos con Don Mario-; él, el perspicaz ministro del Interior y Justicia, estaba seguro de que a Su Eminente Inteligencia no se le cruzó jamás por la cabeza que las Convivir iban a terminar en lo que terminaron.
¿Será que es bobo o es que la mamá lo peina así?
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