No quedan muchos mas!!!

No quedan muchos mas!!!

16/12/08

UN VIEJO INVENTO



Siguiendo el ejemplo de Diana Uribe y sus narraciones históricas, Santiagodesecho ha preparado un especial para sus abnegados lectores sobre el Antiguo Egipto. Por lo pronto, nos ocuparemos de esas moles llamadas “las Pirámides de Gizeh”

KEOPS
Antes de ser la discoteca bien de la Bogotá de los 70 y 80, el nombre le perteneció a un faraón que mandó a hacer la pirámide con los huesos de los falsos positivos perpetrados por los ejércitos imperiales. Empezaron a tener problemas cuando los hechos mostraron que los falsos positivos eran en realidad verdaderos negativos. Aparte de simbolizar la soberbia, el ego y la megalomanía de su dueño, no se le ha encontrado otro uso que no sea servir de excusa para el cine americano e italiano.

KEFRÉN
Levantada sobre las firmes bases de la explotación y la expoliación a la que estaban acostumbrados los súbditos del reino por parte de sus instituciones financieras, fue el reflejo de una época donde la satrapía hizo de las suyas. Ornada con reformas al articulito, símbolos apócrifos de la Cruz Roja, embajadas en manos de matones y petardos a la justicia, entre otras lindezas, fue durante unos años el orgullo de los súbditos del imperio.

MICERINO
Con nombre de interior izquierdo intrascendente de Banfield, fue la última gran pirámide de la cuarta dinastía. Se sabe que para su construcción se encargó la colecta de millones de firmas, que se pagaban al postor, y que tras infructuosos intentos finalmente fue abandonada. Se sospecha que allí están enterrados vestigios de las artesanías de la época junto con fotos de eventos sociales y colecciones de reinas de belleza anoréxicas.

SANTIAGODESECHO ACLARA


Que ninguno de sus acuciosos reporteros invirtió un peso en DMG, DRFE, ni firmó ninguna lista pro reelección, ni hizo negocios con ellos, como tantos supuestos periodistas. Que el verano que se ha paseado por nuestro blog no se debe a que hayamos vendido el computador ni el alma a alguna esperanza de redención mágica, sino a la pereza de sus colaboradores.
Por tal motivo trataremos –no aseguramos nada- de seguir comentando nuestro simpático Armagedón local y nacional.