No quedan muchos mas!!!

No quedan muchos mas!!!

12/7/10

QUE ELIJA UN PAUL


Acaba de anunciar el Consejo Nacional Electoral la anulación de los votos de 122 mesas de nuestro verde Valle en las pasadas elecciones legislativas. 116 en Cali y 6 en Buenaventura. Si alguien recuerda, cosa rara en estos lares, nuestro perínclito gobernador Juan Carlos Abadía estuvo pendientísimo de los resultados de las votaciones, tanto que fue descubierto por periodistas de una emisora local en la sede de la Registraduría en Cali, vigilando que ningún voto se perdiera o se enredara, en medio de tanto pin suelto por ahí. Es posible que se recuerde, también, que Buenaventura es el fortín político de ese epónimo político bonaerense llamado Juan Carlos Martínez, socio del restituido gobe.
Pero como toda esa recordadera puede generar malicia, proponemos que se escoja un pulpito cualquiera, de esos que abundan en las empresas pesqueras del puerto de las que Orlando Henao fue dueño, por ejemplo, se le alimente en alguna de las piscinas de Beto Rentería –sí, el hermano de Poncho- y cajita por cajita, ayude a elegir los senadores y representantes de la comarca. A la fija sale más barato y menos complejo, como cuando se acabó el Ministerio de Justicia porque tenía mucha burocracia.

LAS BALLENAS DAN ESPERA


Juanma anunció a Sandra Bessudo como su próxima ministra de Medio Ambiente. Suponemos que hubo celebración y descorche de champaña en Jet Set, Cromos, la nueva Cambio, Tv y Novelas y demás profundas publicaciones nacionales, donde el papi Bessudo suele salir retratado. Como el señor de marras tiene contratos con el estado para la explotación turística de diversos parques naturales, es de esperar que en un eventual parque natural en Bahía Málaga también los tendrá. Linda familia. Seguramente rezan unidos para permanecer unidos.
Lo interesante es que en nuestro Valle de las Lamentaciones los empresarios siguen presionando para que precisamente no se declare a Bahía Málaga como santuario y el ministro saliente les hace el juego, muy al estilo marrullero y socarrón de su Eminentísima Inteligencia pronta a marcharse. Hay que alquilar lancha, no para ver las ballenas, que ellas dan espera, sino para ver cómo esta militante del chic-ecologismo se las arregla para congraciarse con los patrocinadores de su próximo jefe y al mismo tiempo seguir posando de green girl.