Y para confirmar esa vieja tradición, nuestras dos instituciones deportivas insignias han decidido darles un espacio a los adultos mayores en sus escuadras. El Deportivo Cali, por ejemplo, entendió que Martín Cardetti necesitaba un compañero para compartir el alcanfor y logró traer de vuelta a Óscar Córdoba. El América, por su lado, ante las quejas de Víctor Pacheco por dormir solo en el Cotolengo, se puso a la tarea de traer a Rafael Dudamel y lo consiguió. ¡Buena esa, directivos! Que se demuestre que en esta ciudad los viejos también juegan.
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