UN PAÍS TURISTERO

Pasó la semana de vacaciones escolares impuesta por decreto presidencial no se sabe con qué objeto. Y es que más allá de las protestas de los sufridos padres de familia –en últimas, quién los manda a ponerse en ésas-, la pregunta es cuán necesaria es una semana para fomentar el turismo nacional. Si nos atenemos a las declaraciones de José Obdulio Rasputín Gaviria según las cuales en Colombia no hay desplazados sino migrantes o paseantes, la medida no pasa de ser inane, en el mejor de los casos. En efecto, según datos de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes) este año 270.675 personas se han desplazado desde sus lugares de origen a otras regiones del país, lo que representa un aumento del 41% con respecto al año anterior. Así que ni la crisis mundial de la bolsa, ni la paupérrima actuación de la selección Colombia, ni siquiera la tenebrosa figura de Valencia Cossio han obstaculizado el espíritu viajero y nómada de nuestros compatriotas. Es más, la población negra, vista durante años como víctima del racismo, la discriminación, la pobreza y el abandono, ha afianzado su vocación turismera, al punto que 10.690 representantes de esa etnia han vagabundeado por el país.
Vive Colombia, viaja por ella. Así se hace Patria.